Tengo tantas cosas que me gustaría contarte pero no puedo… Oculto lágrimas entre las sábanas, y esbozo sonrisas falsas para que no me preguntes. Nunca me ha gustado llorar, y menos delante de nadie, por eso muchas veces llevo al orgullo por delante mía, para que veas que soy fuerte y que nada puede conmigo…, pero es al revés: soy demasiado débil para las puñaladas que me da la vida, y contigo muchas veces se me hace todo cuesta arriba. Veo cómo nuestras conversaciones dejan de ser como las de antes.
Me empezaste a gustar un 2 de junio de 2012, y nunca quise decirte nada por miedo a perderte hasta que el 31 de julio de ese mismo año te lo dije. No pasó nada, nuestras conversaciones seguían siendo las mismas y a veces mucho mejores.
Desde que te conocí mi amor por ti empezaba a crecer en un rincón de mi corazón, pero yo me negaba a admitirlo, principalmente porque no sentía nada. Pero fue creciendo hasta que ya no quedaba ningún espacio son cubrir de amor, y me di cuenta de que tenía a la persona más importante delante mía, y no me di cuenta.
Pasaban los meses, y la gente me avisaba, me decía que me ibas a hacer daño, pero yo sabía que no era verdad, que tú nunca me puedes hacer daño. Todos quieren la felicidad sin pasar por el dolor, pero no saben que antes del arco-iris viene la tormenta. He intentado olvidarte en la más mínima señal de dolor, pero nunca aprendí a olvidarte.
No es fácil, ¿sabes? Sabes que te quiero y actúas como si no supieras nada, como si nuestra amistad fuera de toda la vida y yo no sintiera nada.
No sabes que lloraba por ti hasta que te lo dijeron, hasta que te abrió los ojos una persona que ni siquiera conocías, y ahora es como si intentaras jugar a un juego llamado: “como la hagas llorar, pierdes”. Siento como si hubieras vuelto solo porque lloré, porque te daba pena, no porque de verdad me echaras de menos. Quiero dejar pasar todo esto cuanto antes, pero no sé como hacerlo… Me olvidé de cómo se hacía para pasar de la gente…
Y es que cuando te veo siento un: asdfghjkasdfghj dentro de mí y todos desaparecen cuando solo estamos tú y yo.
Tengo que decirte demasiadas cosas, pero aún no he encontrado el valor suficiente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario